Año Nuevo, ¿Vida Nueva?

 Cada vez que terminamos un año y comenzamos otro repasamos lo que dejamos atrás y los nuevos propósitos para el año siguiente.

Y yo me pregunto, ¿cambiaría algo de lo que he vivido?

La verdad es que no ha sido un año fácil, me ha tocado lidiar con una dura enfermedad, pero a pesar de todo he vivido momentos maravillosos.

Ha sido un año enriquecedor en todos los sentidos, he valorado más las cosas a las que no damos mucha importancia, esas que no se pueden palpar ni coger.

Me he involucrado mucho en mi historial medico, lo que me ha mantenido activa en mi profesión y he aprendido muchas cosas nuevas. También he tenido tiempo de seguir formándome, lo que me ha permitido asistir a algún congreso como un profesional más, aunque llamara la atención con mi «corte de pelo».

He descubierto facetas de mí que desconocía, como que soy capaz de ponerme a hablar delante de una sala llena de gente y olvidar mi miedo escénico, o ponerme a escribir para todos los públicos.

He conocido nuevos lugares y personas de los que me he llevado pedacitos y ahora también forman parte de mí.

Me he sentido arropada por todas las personas que me rodean.

En primer lugar de mi familia, que desde el primer momento se han involucrado como que les pasara a cada uno de ellos, y mantenerlos un poco al márgen ha sido lo que me ha «obligado» a sonreir en todo momento, porque no quieres que ellos sufran, y si te ven bien, ellos estarán bien. Han respetado mi espacio y he andado sola, aunque supongo que ha sido algo que les tenía preocupados.

Y mis amigos, que son innumerables. Aquellos que por circunstancias de la vida pierdes un poco el contacto pero ante un problema no dudan en estar a tu lado y preocuparse. Los que viven lejos, que sacan un ratillo para comunicarse contigo y charlar de cualquier cosa para que te olvides de todo e incluso vienen a visistarte aunque solo puedan verte 24 horas. Y por supuesto, los que siempre están, a los que ves más a menudo, y que no te sueltan en ningún momento de la mano para que no te caigas. Puedes tropezar, pero nunca caer.

Mis compañeros de trabajo, que se enfrentaban a un duro reto, porque es complicado tener una im-paciente con el que habitualmente te cambias en el vestuario, y han hecho que fuera una situación cómoda y llevadera. Espero haberme portado yo igual de bien.

Y todos ellos me han hecho reirme de los malos momentos, incluso de mí misma y disfrutar de los buenos, han conseguido normalizar una situación complicada, y para muchos era la primera vez en convivir con un paciente oncológico.

Ha sido un año lleno de incertidumbre, pero también lleno de luz, ilusión y felicidad, olvidándome por completo de los problemas que pudiera tener. 

Así que espero que el 2017 sea tan apasionado como el descontrolado 2016.

No cambiaría nada, porque todo lo que he pasado es lo que me ha llevado a ser quien soy ahora.

A todos vosotros, GRACIAS.

 

 

 

 

5 comentarios

  1. Palabras con mucho sentimiento, que deja ver la persona humana que hay dentro de tí.
    La fortaleza que tienes hace que todos nos planteamos la forma de mirar la vida, y dar la importancia de cosa que se merece.
    Gracias Almu, y sigue con éste emoticonos y fantástico blog.

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